Previsibilidad y estabilidad económicas, políticas gubernamentales sólidas a largo plazo y un mercado activo y receptor. La fórmula que hace al equilibrio de la coyuntura actual uruguaya se basa en estos factores que son propios de un país que suscita el interés de inversores locales y extranjeros y que en los últimos siete años consiguió que se construyeran más de 700 proyectos dentro de sus límites nacionales.
En Uruguay, los precios aumentan a razón del 6,5% anual favoreciendo la toma de créditos que concretan las inversiones en un mercado dinámico y con altas expectativas de crecimiento. Desde 2011 los desarrollos inmobiliarios en el país vecino están regidos por la ley 18.795 cuyo Programa de Vivienda Promovida otorga importantes beneficios impositivos tanto a los desarrolladores como a los compradores para propulsar la construcción y el acceso a inmuebles por parte de las clases medias y bajas.
La exención de impuestos al Patrimonio, a las Ganancias, al Valor Agregado y a la Transferencia de Inmuebles rige en zonas predeterminadas del país. El desarrollador que aplica hace entrega de un 10% de las unidades al Gobierno uruguayo para vender a un precio calculado de acuerdo con el valor actual de la Unidad Indexada (UI) que se devuelve a los 180 días del fin de la obra si éstas no fueron vendidas. El 90% de las unidades restantes se venden a precio de mercado, generando un importante retorno tanto al inversor como al desarrollador, sumado los beneficios impositivos de la ley 18.795.
La implementación de programas de esta índole supone la atracción de inversores en momentos de eventuales caídas de la demanda, incrementos en los niveles de actividad y oportunidades para los años venideros. Uruguay tiene las reglas del juego claras, una inflación que oscila entre el 5,7% y el 8,5% y que no sufre variaciones bruscas, costos de construcción en dólares y valores de incidencia de la tierra bajos y un mercado que respeta los requisitos de cualquier desarrollador. Además, detenta la clase media más grande de América Latina en relación con su población, factor de vital importancia para compañías como Vitrium Capital cuyos productos están destinados a los segmentos sociales medios.
Nuestro desembarco en el país con “01 Parque Batlle” y “01 Las Artes”, emprendimientos de viviendas multifamiliares en Montevideo y “Carmelo Golf” que cuenta con 220 lotes de 3.000 a 4.500 m2, 12 chacras de 5 has. y canchas de golf y polo en Puerto Carmelo, da prueba del rendimiento favorable de estos proyectos bajo las condiciones especificadas en el caso de los edificios residenciales 01. Ambos fueron encuadrados dentro de la Ley de Vivienda Promovida cuya recepción positiva también se explica por la elección de la locación elegida para su implementación ya que ésta es es tan importante como el producto que se está ofreciendo.
La capacidad de recepción de su mercado y las condiciones distintivas de su entorno político y económico posicionaron a Uruguay en el epicentro de las inversiones inmobiliarias en América Latina. El modelo uruguayo de desarrollo inmobiliario debe servir como ejemplo en el sector y ser un puntapié de análisis de las políticas y estrategias que rigen la actividad en Argentina.
El Real Estate se mueve con una proyección de largo alcance, por eso la clave está en romper los esquemas tradicionales y saber detectar buenas oportunidades allí donde las curvas de rentabilidad dan buenos resultados a largo plazo.