Por Ricardo Mataloni
Antes de comenzar con el desarrollo del título, quiero felicitar a Pablo Pinazo y a su equipo por estos 10 años de Bienes Raíces Magazine. En este período han pasado muchas cosas en nuestro país y particularmente, en nuestro sector de Real Estate, al cual la revista representa de muy buena manera y alta calidad en sus ediciones. Pablo, de mínima, ¡vamos por 10 años más!
Hace varios años que tengo el agrado de ser columnista de la revista y hablar de nuestros proyectos en Vitrium Capital. Para quienes no nos conocen, somos una desarrolladora inmobiliaria regional con presencia ya en 4 países y planes para seguir expandiéndonos en LATAM durante los próximos años.
En esta oportunidad preferí hablar del contexto actual, de la pandemia del COVID 19 y de la necesidad de movernos rápido para que la misma no nos pase por encima. ¡Qué momento para festejar los 10 años de la revista!
Como menciono en el título de la columna, Siempre hay Oportunidades. Lo único es que tenemos que ser lo suficientemente rápidos de acción y reacción para poder identificarlas y acomodarnos al contexto que nos toca vivir y actuar en consecuencia. Uno puede optar por ser un simple espectador de lo que sucede, esperar a ver qué pasa y accionar en consecuencia. Sin embargo, lo más
probable es que ya sea demasiado tarde. Nosotros, desde Vitrium, optamos por todo lo contrario. Hicimos un rápido análisis de la situación, aprovechamos nuestra regionalización como compañía y tomamos decisiones según el mercado donde estábamos trabajando. También «nos adelantamos» en el tiempo adoptando nuevas formas de trabajo y aprovechando todas las herramientas tecnológicas que se acomodaban a nuestra forma de trabajar.
Algunas de estas decisiones fueron:
• Comenzar a trabajar con firmas digitales para inversores argentinos
• Movernos rápido para que nuestro equipo de Uruguay pudiera avanzar con firmas en dicho país
• Analizar las listas de precios de nuestros proyectos y rápidamente poner en el mercado fuertes promociones que permitieran de mínima mantener nuestras ventas (las que paradójicamente luego fueron superando la de los meses anteriores a los de la pandemia)
• Haber realizado prácticas previas a la cuarentena para asegurarnos tener las herramientas tecnológicas preparadas ante un eventual Home Office (que luego se terminó transformando en realidad)
• Conectarnos de manera permanente entre todo el equipo de la compañía para estar muy online con nuevas normativas y protocolos de seguridad.
• Priorizar el trabajo en equipo entendiendo la nueva realidad en la que nos toca vivir. Como compañía, claramente optamos por ser activos y no esperar a ver que iba a suceder. Tomamos al toro por las astas.
Al referirme al «Siempre hay Oportunidades», también me refiero a este tipo de acciones que permiten a uno -de manera personal y a la vez como integrante de un equipo de trabajo-, seguir desarrollándose de manera profesional y nunca dejar de aprender cosas nuevas. También, a «adelantarse al futuro» incorporando de manera anticipada herramientas de trabajo que seguramente iban a incorporase con el paso del tiempo.
Hace 8 años decidimos comenzar a diversificar nuestros proyectos fuera de Argentina (empezamos en USA, luego Uruguay y últimamente Paraguay). Uno de los principales objetivos era el de proteger el capital de nuestros inversores justamente diversificando la inversión y no estar 100% expuestos a alguna de las economías de los países mencionados. Lo que nunca nos imaginamos era que una pandemia podía ser uno de los factores de riesgo que también deberíamos tener en cuenta.
Lo que si imaginamos es que mientras más diversificadas tuviéramos nuestras inversiones, como compañía íbamos a estar menos expuestos a vaivenes económicos. Y de manera indirecta, también nos ayudó a mover estratégicamente nuestros recursos para poder llevar adelante la pandemia del COVID-19.
Al hablar de real estate tenemos una condición a favor: la poca elasticidad en el corto plazo que tiene este mercado. La misma no afecta en precios, pero sí condiciona la cantidad de transacciones. Queda un largo tramo por recorrer, pero está claro que debemos ser partícipes y no simple espectadores. La respuesta a esta incertidumbre llamada COVID-19 es el tiempo que dure la pandemia, y qué tanto se extienda el freno en la actividad económica. De esto dependerá no solo el real estate, sino también la economía en general. Lo que debe quedar claro es que debemos tomar una actitud totalmente proactiva ante la misma. Controlemos lo controlable.