Por Mateo Salinas

El año que pasó culminó con un auge de créditos hipotecarios para el mercado del usado y con muchas expectativas para los desarrolladores. Pero lo cierto es que si bien en el transcurso de esta primera mitad de año el mercado despegó en muchos aspectos, aún son muchos los interrogantes que esperan respuesta. A esto se suma una seguidilla de novedades en un mercado en constante movimiento, como la nueva Ley de Mercado de Capitales o la propuesta de lograr la desdolarización del precio de las propiedades frente a la suba del dólar. Por lo tanto, este año el desafío es seguir de cerca los cambios, articular políticas públicas y privadas y acompañar, desde nuestra experiencia y flexibilidad de nuestro modelo, la transformación del mercado.

Con la aparición del crédito, el mercado evolucionó a un modelo diferente y muchísimos argentinos están accediendo a su primera vivienda gracias a ello. La nueva Ley de Mercado de Capitales, denominada Ley de Financiamiento Productivo -en vigencia desde el 19 de mayo- refresca la apuesta a los créditos como herramienta de acceso a la vivienda. La ley permite a los bancos securitizar los créditos hipotecarios, bajo la figura de “letras hipotecarias” que conviertan las deudas en títulos que se puedan comprar y vender en el mercado de capitales. Esto permitirá a las entidades contar con mayores fondos y liquidez para continuar con la oferta. Otro de los debates que se abren hoy, frente a la suba del dólar, es la posibilidad de unificar y converger los valores del sector en UVAs, para mitigar los efectos de la variación de precios.

¿Cuál es nuestra mirada frente a esta coyuntura? Estamos convencidos de que existe una gran oportunidad. Los créditos son, a nuestro entender, una excelente herramienta para continuar financiando el desarrollo inmobiliario. Y entendemos que ése es el camino a seguir, trabajando en los diferentes y posibles avances de esta política. Y en ello me refiero a la aparición del crédito para desarrollos inmobiliarios y a la aceleración de los trámites de escrituras. Los beneficios de sumar al existente crédito a la “demanda” sobre los “usados”, la financiación para el desarrollo y desarrolladores son muchos.

En primer lugar, si la mayor demanda tiene como contrapartida una mayor oferta, se lograría un equilibrio en los precios. En segundo lugar, el desarrollo de pozo, con crédito, tiene un verdadero efecto virtuoso multiplicador: inversión en materiales, infraestructura, más impuestos, generación de mano de obra calificada.

Sobre el debate del sistema UVA como única denominación de los valores de las propiedades, es un paso difícil para un mercado que hace más de 70 años se maneja en dólares. La clave está en la estabilidad de la economía y la baja del índice de inflación. De nuestra parte, aún en contextos inflacionarios, apostamos a las fortalezas de nuestro modelo cooperativo. Sin duda que el aumento de precios genera incertidumbre cuando me comprometo en cuotas a largo plazo o en el momento en el que no se convalida la suba. Pero nuestro foco está puesto en que los costos varíen menos que la inflación y así lo hemos logrado en nuestros proyectos. El sistema al costo ha permitido que desde Eidico terminemos nuestros proyectos aún bajo contexto inflacionario o variación cambiaria.

En síntesis, esta primera mitad de 2018 llega con un camino ya recorrido y trabajado en 2017, a la espera de nuevas ideas y resultados, y por sobre todas las cosas, con una visión más clara de lo que buscamos ofrecer a nuestros clientes. Estamos listos para trabajar como lo hacemos hace 24 años. La oportunidad que tiene el país con la aparición del crédito, una visión a más largo plazo del mercado y la necesidad de vivienda, es grande. Y un enorme desafío para todos los que trabajamos en este sector, que, con entusiasmo, confiamos que podemos ser parte de la solución de algo tan importante.

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Mateo Salinas

Gerente General de Eidico

www.eidico.com.ar