Por Juan Di Salvo
DURANTE LOS AÑOS 2016 Y 2017 NOTAMOS UNA CAÍDA EN LA ACTIVIDAD INMOBILIARIA EN EL EXTERIOR POR PARTE DE LOS ARGENTINOS. LUEGO DE LA LEY DE SINCERAMIENTO FISCAL MUCHOS CAPITALES REGRESARON AL PAÍS Y SE REFUGIARON EN LADRILLOS.
Ya a mediados de 2018 comenzó a levantar la actividad inmobiliaria en el extranjero tomando mucha más fuerza entrado el 2019. Una actividad que se va acelerando a medida que transcurren los meses. Podemos decir, que es directamente proporcional a la mala situación económica del país. Mayor la crisis, mayor la inversión en el exterior.
Está claro que el capital, el ahorro del trabajo de los argentinos, busca refugiarse en donde se siente seguro y pudiendo obtener rentabilidad en monedas confiables, ya sean dólares, euros, libras, etc. Lo veo casi como un acto patriótico, ya que muchas veces con el pasar de los años, esos capitales regresan al país y más abultados, en vez de dejarse diluir sin dar pelea. Inclusive, esos alquileres generados en el exterior, termina siendo consumido en el mercado local. Hasta están generado divisas.
Más allá de la rentabilidad de un alquiler, volvemos a lo mismo de siempre. La falta de seguridad jurídica local. Cambios constantes en las reglas de juego, cambios en la carga impositiva, y el avasallamiento sobre los derechos de propiedad privada como la pésima ley de alquileres, entre otros.
Me pregunto si nuestros legisladores se tomaron unas horas en ver los resultados que tuvieron leyes similares en España. Me imagino que no. Madrid hace un tiempo que sufre una crisis inmobiliaria por la falta de propiedades en alquiler, que hicieron que se dispararan los precios. Para ayudar a los inquilinos cambiaron la ley de alquileres y pasaron a contratos mínimos de 5 años (eran de 3 años), lo que automáticamente bajó la oferta de propiedades en alquiler, aumento la de renta vacacional, y temporal. En consecuencia, aumentaron los alquileres. No hay que ser un genio para darse cuenta. Es como una regla de tres simple, pero que los políticos no logran entender. No importa cuantas veces se explique.
Ahora veamos el caso de Dubai. Durante años tuvieron alquileres altos, y de muy buena rentabilidad para los propietarios, con una ley que protege firmemente el derecho de propiedad privado, muy flexible, por ejemplo, era normal el pago de todo el año por adelantado, con contratos a 1 año. En vez de avasallar los derechos de propiedad, lo que hicieron fue aumentar la oferta de propiedades para que haya más competencia. ¿Cómo se hace esto? Con empresas construyendo. El resultado es lógico, los precios de los alquileres bajaron 9% durante el último año, y un impresionante 21% en los últimos dos. No solamente eso, sino que ahora, ofrecen propiedades en 4, 6 o 12 pagos, en vez de 1. La ley de alquileres no cambió. Lo que cambiaron fue la oferta.
Es tan fácil como incentivar a los desarrolladores y constructores inmobiliarios sacándole el pie de elefante que les tiene encima el estado, y respetando los derechos de propiedad de los privados. Simple, fácil, pragmático. Algo que en Argentina parece imposible.